En un mundo donde lo digital domina cada vez más, aprender sobre desarrollo web se ha vuelto una habilidad imprescindible para quienes desean crear sitios y aplicaciones en línea. Puede resultar confuso saber por dónde comenzar. Quizás te preguntes: ¿Qué implica el desarrollo web? ¿Cuáles son las etapas del proceso de desarrollo web? ¿Qué lenguajes de programación se usan más y cómo influyen en mi proyecto?
En este artículo, te guiaremos por todo lo que necesitas saber sobre el desarrollo web. Desde las diferentes fases del proceso hasta los lenguajes de programación más comunes para crear sitios y aplicaciones. Al finalizar, tendrás una visión más clara de este tema, entenderás cómo funciona y cómo puedes empezar a aprenderlo.
Es importante recordar que los sitios web más exitosos en la red deben gran parte de su éxito a cómo están estructurados y configurados desde la perspectiva del desarrollo web.
Que es el Desararollo web
El desarrollo web es el proceso de crear y mantener sitios web funcionales en internet, utilizando diferentes lenguajes de programación según el modelo y la parte del sitio. Cada sitio web tiene una URL única que lo distingue en la red mundial.
En términos de desarrollo web, los sitios se dividen principalmente en dos partes:
- Frontend: Esta es la parte con la que interactúa el usuario, tanto en términos de imagen como de funcionalidad. Está estrechamente vinculada con la experiencia del usuario (UX) y la interfaz de usuario (UI).
- Backend: Esta es la parte que se comunica directamente con el servidor y donde se aplica el código de programación para crear la estructura del sitio. Aunque opera en segundo plano, es crucial para la accesibilidad, actualización, gestión de bases de datos y cambios en el sitio.
Más adelante, te explicaremos cuáles son los lenguajes de programación más comunes para cada una de estas dos partes.
Desarrollo web
Una vez que hemos definido el frontend y el backend, es más sencillo comprender la diferencia entre ambos conceptos. El diseño web está relacionado con el frontend, ya que se encarga de la apariencia estética del sitio web.
Los diseñadores web se enfocan en crear la apariencia y la experiencia del usuario en el sitio, utilizando una paleta de colores y herramientas como Adobe Photoshop, Sketch, o Figma. Se centran en aspectos como la imagen, gama de colores, cómo se verá el contenido, incluyendo texto, videos, fotografías, iconos, botones, menús, barras y otros elementos. Su objetivo es hacer que el sitio sea fácil de entender y usar.
Por otro lado, el desarrollo web está relacionado con el backend. Se asegura de que el código que sostiene la estructura sea funcional y lógico. También se encarga de la gestión de contenido y la base de datos del sitio web.
El desarrollo web se refiere a la parte técnica de la construcción del sitio. Los desarrolladores web se enfocan en la codificación y programación del sitio utilizando lenguajes como HTML, CSS, JavaScript, entre otros. Su objetivo es asegurar que el sitio responda correctamente a las interacciones del usuario y configurar un stack tecnológico adecuado.
El diseño web tiene un enfoque visual, definiendo la apariencia de cada página del sitio, desde los iconos hasta las imágenes o videos. Por su parte, el desarrollo web traduce ese diseño a un lenguaje que la red puede entender, enfocándose en la funcionalidad. Es posible tener un sitio navegable y útil sin una estética visual atractiva; por eso es tan importante que estas dos disciplinas trabajen en conjunto.
Diferencia entre desarrollo y diseño web
Una vez que hemos definido el frontend y el backend, es más sencillo ver la diferencia entre estos conceptos. El diseño web está relacionado con el frontend, ya que se encarga de la apariencia estética del sitio web.
Los diseñadores web se enfocan en crear la apariencia y la experiencia del usuario en el sitio, utilizando una paleta de colores y herramientas como Adobe Photoshop, Sketch o Figma. Se centran en aspectos como la imagen, la gama de colores y cómo se verá el contenido, incluyendo texto, videos, fotografías, iconos, botones, menús, barras y otros elementos. Su objetivo es que el sitio sea fácil de entender y usar.
Por otro lado, el desarrollo web está relacionado con el backend. Se asegura de que el código que sostiene la estructura sea funcional y lógico. También se encarga de la gestión de contenido y la base de datos del sitio web.
El desarrollo web se refiere a la parte técnica de la construcción del sitio. Los desarrolladores web se enfocan en la codificación y programación del sitio utilizando lenguajes como HTML, CSS, JavaScript y otros. Su objetivo es que el sitio responda correctamente a las interacciones del usuario y establecer un stack tecnológico adecuado.
El diseño web tiene un enfoque visual, definiendo la apariencia de cada página del sitio, desde los iconos hasta las imágenes o videos. Por su parte, el desarrollo web traduce ese diseño a un lenguaje que la red puede entender, enfocándose en la funcionalidad. Es posible tener un sitio navegable y útil sin una estética visual atractiva; por eso es tan importante que estas dos disciplinas trabajen en conjunto.
Las 9 etapas del Desarrollo web
1. Define el perfil del proyecto
Para empezar un sitio web, lo primero es establecer las bases de lo que se necesita. Esto significa definir el objetivo del proyecto, el público al que va dirigido, por qué es importante para el negocio o la empresa, qué funciones o información ofrecerá, y cuál es la personalidad de la marca que se quiere reflejar, entre otros aspectos esenciales.
2. Planifica el trabajo
En esta etapa, recopila toda la información necesaria para definir cada una de las fases del proyecto. Esto incluye la investigación de mercado, el análisis de la competencia y el estudio de los consumidores. A partir de esta información, decide la estrategia de contenido y la estructura del sitio web que mejor se adapten al propósito del proyecto.
3. Diseña el sitio web
Esta etapa implica organizar y disponer los elementos que compondrán cada página del sitio, es decir, el diseño web. Con la participación del cliente y siguiendo la voz de la marca, selecciona los colores a utilizar, la posición del logotipo, el favicon, el tipo de letra para barras, títulos, menús y cuerpos de texto, las imágenes y videos, la versión móvil y para otros dispositivos, y las principales interacciones que tendrá el sitio.
4. Determina los contenidos
Es crucial definir los contenidos del sitio web, considerando aspectos SEO para banners, bloques de información y los textos de cada sección. Este trabajo está estrechamente relacionado con el diseño, ya que ambos deben combinarse para que el sitio sea funcional.
5. Desarrolla el código
Con todo lo anterior en mente, es momento de traducirlo a un lenguaje de programación y frameworks. Comienza con el wireframe o esquema de las páginas del sitio para adaptarlo. En este punto, también se determinan las funcionalidades del sitio, la configuración del SEO, la base de datos, la velocidad de carga y rendimiento, las pruebas del código, la ciberseguridad, entre otros aspectos. Recursos como React pueden ser muy útiles aquí.
En esta fase del desarrollo web, tanto el backend como el frontend tienen un papel crucial para asegurar una funcionalidad eficiente, tanto para el servidor como para la interfaz y la interacción de todos los elementos que conforman el sitio web.
6. Revisa y comprueba el funcionamiento del sitio
Hoy en día, existen diversas herramientas para probar el código, como un sandbox. Una vez que la programación está lista, es crucial realizar una revisión exhaustiva del funcionamiento del sitio web. Asegúrate de que todo se ajuste a lo planificado en el diseño y verifica que los contenidos sean correctos y funcionen adecuadamente.
7. Sube el sitio web
Después de verificar la programación y confirmar que el sitio funciona correctamente, es momento de lanzarlo oficialmente en la red. Entrega los archivos para que sean publicados en el servidor elegido por el cliente. Una vez hecho esto, los usuarios podrán acceder al sitio. Si es una web de negocios, es fundamental agregar un software de análisis para obtener métricas e informes sobre el comportamiento de los usuarios, especialmente para acciones como compras, formularios, chats, etc.
8. Evalúa y optimiza
Analiza cómo está funcionando el sitio web una vez que está en línea. Identifica áreas de mejora y optimiza todo lo que puedas, ya sea en el backend o en el frontend. Esta evaluación también te ayudará a descubrir aspectos de diseño o contenidos que se pueden mejorar.
9. Haz un mantenimiento continuo
El mantenimiento continuo es vital para la permanencia de un sitio en internet. Si no solucionas los errores que puedan surgir, es posible que muchos usuarios no regresen debido a una mala experiencia de navegación. Mantente al tanto del funcionamiento óptimo de todas las páginas del sitio web.
Ahora que sabés un poco como trabajamos, qué hacemos y como lo hacemos…
Es hora de que tengas también tu sitio web
Phobos se encarga de ajustar presupuestos y que no te quedes sin esta gran oportunidad de visualizarte en Internet